R.S.U. (Residuos Sólidos Urbanos)
Nuestras plantas están preparadas para recibir, separar y tratar los diferentes residuos sólidos urbanos y conseguir una máxima valorización de cada uno de ellos.
El material de entrada, es el material proveniente de la recogida de residuos sólidos urbanos (RSU). Este residuo está compuesto, principalmente de: Materia Orgánica, Papel y Cartón, Plásticos, Vidrio, Metales férricos, Metales no Férricos, Madera, Compuestos de Celulosa y otros.
Podemos distinguir dos grandes grupos: los residuos que no son valorizables energéticamente y los que sí lo son.
Los residuos NO VALORIZABLES energéticamente son: Vidrio, Metales Férricos, los Materiales no férricos y Otros. Estos residuos poseen otra valorización no energética como, por ejemplo, los Materiales Férricos y no Férricos van a fundiciones específicas de cada material; al vidrio se usa como aditivo a pinturas asfálticas, etc.
Los residuos VALORIZABLES son: Materia Orgánica, Papel y cartón, Plásticos, Madera, Compuestos de Celulosa.
En el concepto general, se trata de un procedimiento de aprovechamiento de la materia prima, en el que los residuos se descomponen por Hidrólisis, Pirólisis y Termólisis en materias originales de baja molecularidad. El proceso se realiza sin presión.
Para el aprovechamiento del RSU se secan al máximo los materiales valorizables para poder separar así, química o físicamente los enlaces individuales entre los eslabones de las cadenas, de esta manera volver a conseguir el producto original, en este caso, hidrocarburos.
El Principio del Procedimiento de la Instalación se basa en la recuperación catalítica del fuel (procedimiento sin presión). El objetivo es, en tanto sea posible en ausencia de aire, introducir en el reactor el material de entrada: R.S.U seco, el cual se caliente/evapora y, a continuación, vuelve a condensarse. Esto garantiza una maximización de la recuperación de fuel, al mismo tiempo que una minimización de los productos residuales no deseados como alquitrán, coque y betunes.
Tratamiento de plásticos
Los plásticos utilizados habitualmente en la industria o incluso en la vida cotidiana son productos con una limitada capacidad de autodestrucción y, en consecuencia, los plásticos quedan durante muchos años como residuos, produciendo una terrible contaminación. Los materiales plásticos al proceder del petróleo pueden ser combustibles de alta calidad, si son valorizados adecuadamente; los plásticos son un recurso material importante que no podemos desperdiciar ni desaprovechar.
Nosotros nos desmarcamos totalmente de las plantas de incineración y apuestamos por una tecnología óptima a la vez que responsable. Está demostrado que la incineración de plásticos puede traer serios daños a las personas y al medio ambiente, debido a que ciertos plásticos al ser quemados generan gases tóxicos como, por ejemplo, el cloruro de polivinilo (PVC) el cual al ser quemado libera cloro y puede originar la formación de ácido clorhídrico (muy corrosivo) y de dioxinas (sustancias altamente tóxicas y cancerígenas.
Nuestras plantas de tratamiento aprovechan todas las tipologías de plásticos para convertirlos de nuevo en la materia prima originaria, es decir, en hidrocarburos.
El Principio del Procedimiento de la Instalación se basa en la recuperación catalítica del fuel (procedimiento sin presión). El objetivo es, en tanto sea posible en ausencia de aire, introducir en el reactor el material de entrada: seco, el cual se caliente/evapora y, a continuación, vuelve a condensarse.
Un kilogramo de polietileno produce la misma energía que un kilogramo de fuel-oíl.
La crisis petrolera en un futuro no muy lejano, por agotamiento de un recurso no renovable, justifica la investigación desarrollada durante años por Orión en busca de fuentes energéticas alternativas.
Residuos hospitalarios
Orión a través de su división médica, atiende el servicio de recolección, aprovechamiento, tratamiento y valorización de los residuos infecciosos, hospitalarios y farmacológicos. Bajo unos parámetros de seguridad y calidad ambiental rigurosos y a través de la última tecnología en procesos de autoclave.
Nosotros no sólo eliminamos los riesgos biológicos asociados a los gérmenes presentes en los residuos, sino que su tratamiento carece de emisiones o efluentes tóxicos. Así mismo, no implica un riesgo adicional para los trabajadores de estos residuos, ni genera ningún tipo de residuo radiactivo. El proceso permite la reutilización o el reciclaje de materiales tales como el vidrio después de la esterilización correspondiente.
Neumáticos fuera de uso
Uno de los más graves problemas medioambientales de los últimos años es la masiva fabricación de neumáticos y sus dificultades para hacerlos desaparecer. Se necesita grandes cantidades de energía para fabricar un solo neumático (medio barril de petróleo crudo para un neumático de camión) y también provoca, si no se efectúa bien el reciclaje de los neumáticos, contaminación ambiental, generalmente proveniente de vertederos incontrolados.
Hasta hace muy poco, la mayoría de los neumáticos fuera de uso, terminaban en vertederos controlados o incontrolados, lo que supone un serio problema ecológico, además del desperdicio de un recurso valioso, también la industria cementera principalmente y otras industrias conseguían un mínimo aprovechamiento del poder calorífico de los neumáticos en su incineración, sin llegar a poder valorizar este residuo en su máximo potencial.
Nuestras plantas de tratamiento aprovechan estos neumáticos fuera de uso para convertirlos de nuevo en la materia prima originaria, es decir en hidrocarburos.
El Principio del Procedimiento de la Instalación se basa en la recuperación catalítica del fuel (procedimiento sin presión). El objetivo es, en tanto sea posible en ausencia de aire, introducir en el reactor el material de entrada: seco, el cual se caliente/evapora y, a continuación, vuelve a condensarse.
Tratamiento de lodos
Nuestras plantas de tratamiento de lodos ofrecen solución a los problemas generados por los lodos, y a la creciente preocupación tanto de la sociedad, como de los poderes públicos, en cuanto a una gestión más adecuada de los mismos.
Apostamos por un sistema modular de gasificación rápida, que trata los lodos térmicamente secándolos, reduce el volumen final, los gasifica valorizándolos, y elimina hasta en un 98 % la cantidad de los residuos restantes.
El sistema de gasificación tiene ventajas técnicas muy significativas sobre cualquier otro sistema disponible actualmente ya que puede tratar, no sólo lodos, sino también basuras domésticas, residuos tóxicos, residuos hospitalarios, etc.
El reactor gasificador convierte el 98% de los lodos en gas, que se utiliza para generar energía eléctrica y/o térmica, y el 2% restante en un residuo que puede ser aprovechado, por las industrias que fabrican materiales para la construcción, si los lodos son tóxicos, o en caso contrario, como abono inorgánico para el campo, jardinería, etc.; obteniendo como resultado final del proceso, una valorización energética importante y una eliminación total de los residuos.
La gasificación, que es el proceso usado en nuestro tratamiento, se acepta como un proceso limpio y menos contaminante que la combustión, particularmente con respecto a la formación de dioxinas y furanos. Produce un 50 % menos de emisiones atmosféricas que las autorizadas a las incineradoras más modernas de última generación. La incineración tiene un impacto muy grande en la producción de la lluvia ácida, de olores desagradables, del aire pesadamente contaminado, en el agujero de la capa de ozono, en la instalación de grandes chimeneas, de ruidos altos operacionales y de abundantes humos negros, por eso es importante diferenciar el sistema de Orión con el resto de sistemas que en la actualidad se están implantando, NO INCINERAMOS y las emisiones están muy por debajo de los actuales límites requeridos, ofreciendo una alternativa respetuosa con el medio ambiente.
Biomasa
Orión, ofrece la posibilidad de obtener un aprovechamiento energético derivado de la biomasa, a través de procesos simples y la última tecnología del mercado.
A través de un proceso de gasificación, la celulosa se transforma en hidrocarburos más ligeros, incluso en monóxido de carbono e hidrógeno. Esta mezcla de gases llamada gas de síntesis o “syngas”, tiene un poder calorífico inferior (PCI) equivalente a la sexta parte del poder calorífico inferior del gas natural, cuando se emplea aire como agente gasificante. El proceso de gasificación se produce por medio del proceso de “lecho fluidizado”, en la que el agente gasificante mantiene en suspensión a un inerte y al combustible, hasta que las partículas de éste se gasifican y convierten en cenizas volátiles y son arrastradas por la corriente del syngas.
El proceso por el que ha de pasar la biomasa se compone de cuatro etapas:
Una primera etapa de calentamiento hasta 100ºC, que provoca el secado de la biomasa por evaporación del agua contenida en la misma.
La segunda etapa, es la de pirólisis que también absorbe calor, en la que se rompen las moléculas grandes dando lugar a otras de cadena más corta que, a la temperatura del reactor, están en fase gaseosa.
La tercera etapa es la reducción en los reactores por combinación, el vapor de agua producido en la primera etapa, con el dióxido de carbono que viene arrastrado por la corriente.
La última etapa es la oxidación de la fracción más pesada (carbonosa) de la biomasa al entrar en contacto con el agente gasificante (aire, oxígeno, o vapor de agua).
El aprovechamiento energético dependerá del tipo de materia introducida en el proceso residuos forestales, residuos agrícolas leñosos o herbáceos, cultivos energéticos, etc.